La muy purista firma noruega Electrocompaniet lleva ya cuatro décadas instalada en la que sin ninguna duda se podría llamar “primera división” del sonido con mayúsculas, dedicándose en cuerpo y alma a explorar esos pequeños matices tecnológicos y constructivos que son en buena medida los que diferencian a las realizaciones de calidad de las verdaderamente sobresalientes.
Sólo así se puede afrontar el paso del tiempo en un sector de cambios trepidantes y a la vez demostrar la plena validez de una serie de teorías que en su momento supusieron una ruptura drástica con el pensamiento imperante. Unas teorías que siguen aplicándose en mayor o menor medida a productos que van desde la estereofonía “analógica” más clásica a los nuevos componentes de la era de Internet.
Electrocompaniet fue fundada en Oslo en 1973 por Per Abrahamsen, un visionario que durante largas décadas guió los destinos de la compañía con el mismo entusiasmo que el primer día. De hecho, puede decirse sin reservas que Electrocompaniet fue –y así lo reconoció la crítica especializada del momento- una de las primeras firmas dedicadas al audio de alto nivel que aplicó las en su momento revolucionarias teorías del Dr. Matti Otala, una de las eminencias reconocidas en el campo de los circuitos electrónicos para aplicaciones de audio.